Reproducimos aquí la memoria del IV Encuentro de la Espiral, bellísimo movimiento de empoderamiento colectivo en el que hemos tenido el gran gusto de participar junto a muchos otros colectivos, proyectos, comunidades, familias y personas del Sureste Ibérico.
Sureste
Ibérico en Transición
IV
Encuentro de la Espiral – Ecosinuestra y abundancia
La comunicación en un
círculo de la palabra:
Recuperando la
dimensión comunal y la práctica colectiva
En
busca de la Ecosinuestra
Lo que realmente sustenta
la vida sobre este planeta está muy lejos de ser reconocido y
considerado por la economía convencional de nuestros tiempos. Los
suelos fértiles, las aguas limpias, la empatía y afectividad
humanas, una incomensurable matriz de relaciones naturales y vivas
queda fuera de sus registros, desde el más pequeño libro de
contabilidad hasta los más complejos análisis e indicadores
macroeconómicos. Es a esta red a donde estamos dirigiendo nuestra
atención y sensibilidad. De alguna manera la Eco-Sí-Nuestra ha
surgido del propósito de reconocer, reconectar y recuperar una
relación simbiótica con toda la realidad que nos sostiene y toda la
realidad que sostenemos.
Entonces la ecosinuestra
no es exactamente un concepto sino más bien un propósito,
una intención. Y como tal es algo vivo; prefijar sus contenidos
sería continuar con la cultura discriminante que nos aleja de la
realidad viviente, la misma que hace una separación entre medios y
fines. Además, la primera persona del plural nos indica que es un
propósito compartido y como tal era preciso que lo soñáramos
juntos. A eso nos hemos dedicado en este IV Encuentro de la Espiral.
A través de dinámicas
de facilitación de grupos, círculos de palabra y de la misma
convivencia, hemos ensoñado una ecosinuestra que no se basa en la
riqueza material sino en la riqueza relacional, en la calidad y la
cualidad de los vínculos con todo lo que nos rodea. El proceso
compartido nos ha permitido ir más allá de la teoría y
experimentarla desde toda nuestra dimensión sensible para recibir
una gran enseñanza: la cultura de la escasez en la que han medrado
la competencia y la acumulación (bloqueo del flujo) surge en
realidad de un vacío relacional. Estamos muy felices de contar que
durante el encuentro hemos transmutado este el vacuum en un
plenum y finalmente lo hemos celebrado juntos.
El
calor humano es el combustible de la red. Se trata de una energía
limpia y renovable, que se forma por generación espontánea en la
convivencia y en el trasubo (o trabajo libre) por un propósito común
¡la energía libre existe!
¿Qué es la
ecosinuestra y cómo podemos llegar a ella? Fue la pregunta que
inspiró este cuarto encuentro. Para ayudarnos a responderla,
invitamos a representantes de proyectos de monedas sociales, banca
popular participativa, cooperativas integrales y otras redes
inspiradas por y para un cambio profundo en nuestra manera de vivir
la economía.
El puesto de mercadillo
de la espiral bullía de actividad. Allí convertíamos riqueza
particular en riqueza comunal, y mucha gente se "desvirgó"
con el uso de monedas sociales. Fluyeron los Oseles, los Pumas y los
Exmas.
La magia del proceso
Esta espiral se gesta en
unos encuentros convivenciales e itinerantes a los que muy
apropiadamente llamamos la matriz, donde acuden personas y
colectivos que vamos sumándonos y en-red-dándonos a lo largo del
proceso. Como estos encuentros no se realizan en torno a una sede ni
a un grupo fijo de personas, se trata de una organización de
estructura fluída y núcleo vacío. Al fin y al cabo
como son las matrices en la naturaleza.
Y así fue en esta matriz
que se ensoñó y gestó el gran encuentro, o encuentrazo, que
acabamos de vivir. Se visionaron los propósitos de profundizar en el
entendimiento y realización de la ecosinuestra y la abundancia. Y
tras lanzar estos propósitos al universo, lo primero que nos
encontramos fueron todas nuestras resistencias, todo lo que en
nosotros impide u obstaculiza el cambio que soñamos. Miedos,
desconfianzas, sentimientos de separación comenzaron a surgir en el
grupo organizativo hasta el punto de que por momentos llegamos a
creer que no iba a ser posible.
A lo largo del camino nos
habían transmitido la sabiduría de que es en nuestros miedos donde
encontraremos las enseñanzas más importantes. También la confianza
y el reconocimiento del campo grupal como un organismo con su propia
inteligencia. De esta manera vivimos la espiral como un proceso
colectivo y creativo de aprendizaje, descubrimiento y evolución de
la consciencia.
Y
efectivamente, cuando nuestras resistencias se derritieron se
transformaron en purito combustible para el entendimiento y el
vínculo. El calor humano generado tras compartir un proceso
colectivo tan vivo e intenso se manifestó como una fuente de energía
inagotable, renovable, creadora, fértil y expansiva; que no se puede
medir pero sí se puede sentir. Y el gran regalo de este encuentrazo
fue precisamente el poder sentirlo. Ya estaba aquí la abundancia...
La dinámica de "La
pecera" es una manera de activar la inteligencia colectiva
propiciando la participación de todos de forma autorregulada y sin
moderador.
El
sureste lanza esporas
En
el día álgido del encuentro nuestro equipazo de facilitadores
facilitó una dinámica de
empoderamiento colectivo:
durante la mañana realizamos un café diálogo-backcasting
en el que viajamos al año 2050 para ensoñar colectivamente la
ecosinuestra, y por la tarde nos reunimos por grupos de proximidad
geográfica para proponer pasos que pudieran acercarnos a este sueño.
Para
esta segunda parte recurrimos a la dinámica de "La pecera",
una manera de activar la inteligencia colectiva propiciando la
participación de todos de forma autorregulada y sin moderador.
Tuvimos
peceras murciana, alicantina, granaína, buenagueña e incluso una de
Andalucía occidental desde la que se propuso el germen de una
espiral Suroeste. En cada una de ellas se tendieron puentes y se
abordó conjuntamente cómo facilitar el empoderamiento de las redes
locales de cada lugar: Espacios de encuentro y convivencialidad,
redes de recursos, cooperativas integrales... ¡seguimos en red
dándonos!
Vivimos
la espiral como un movimiento vivo, un proceso colectivo y creativo
de aprendizaje, descubrimiento y evolución de la consciencia.
Gracias,
gracias, gracias
Dejamos Caparacena con el
grifo del corazón bien abierto. Decimos que estos encuentros son un
chute de energía, pero la fuente de esta energía ya sabemos de
donde viene. Esto ha sido una auténtica masa crítica de corazones
que han resonado, se han atraído y se han abierto ¡¡gracias a
tod@s y cada uno!!
Y un
gracias muy especial a los anfitriones del encuentro, la comunidad
Amalurra; es gracias a su Ecología emocional, el
trabajo desde el que nos cuentan se sostiene su proyecto de vida
compartido, que todo ha podido ocurrir como ha ocurrido. Muchas
gracias a Fiare Granada, Osel Región de Murcia, Cooperativa Integral
Valenciana y la Red Sostenible y Creativa y tod@s
los que vienieron a compartirnos sus valiosas experiencias. Gracias a
todas y a la vida en todo.
Ensoñación,
planificación, acción y... celebración!!
Nuestro
equipo de Guardianes de la piscina, velando esforzadamente por la
cuidadanía.
La abundancia de la red:
Esto
no son productos ¡son progustos!
El
transicionario es un juego de juegos de palabras que nos permite
expresar y poner nombre al cambio que soñamos. Así han nacido la
ecosinuestra, la cuidadanía, el trasubo y el en-red-damiento. Casi a
diario nos continúan llegando palabras mágicas que nos inspiran
para seguir cambiando juntos la realidad.
Vivimos
la espiral como un movimiento vivo, un proceso colectivo y creativo
de aprendizaje, descubrimiento y evolución de la consciencia.
Las
abuelitas de Caparacena, regalándonos su luz y frescura
Agricultura regenerativa: No hay ecosinuestra posible sin una buena relación con nuestra Madre Tierra.
La magia del teatro artivista aliñando la noche
¡Gracias
Amalurra!
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